Podólogo ojo de gallo

Podólogo ojo de gallo en Madrid

Los callos, también conocidos como «ojo de gallo», son áreas localizadas de piel engrosada y endurecida que se desarrollan debido a la fricción y presión repetidas en el pie. Por lo general, aparecen en áreas que soportan peso o rozan el calzado, como la parte superior y los costados de los dedos de los pies. Hay dos tipos principales de callos: callos duros y callos blandos.

Diferentes tipos de callos

  • Callos duros: son áreas pequeñas y densas de piel muerta concentrada, que generalmente se encuentran en la parte superior de los dedos de los pies o en los bordes exteriores del pie.
  • Callos blandos: son húmedos y suelen aparecer entre los dedos de los pies, donde la piel se mantiene húmeda por el sudor.

¿Qué es el ojo de gallo?

El ojo de gallo es un tipo de callosidad sobre una superficie ósea determinada. También se denomina de manera técnica callo interdigital. Para tratar esta afección tienes que acudir a un podólogo especialista en ojo de gallo.

Causas del ojo de gallo

La causa de los ojos de gallo se debe al uso de zapatos demasiado estrechos lo cual provoca presión entre los dedos y se genera una rozadura que provoca el ojo de gallo entre los dedos de los pies.

Esta afección es más frecuente en las mujeres por el motivo que utilizan zapatos con tacones y punteras estrechas lo cual produce la presión entre los dedos y favorece la aparición del ojo de gallo.

También se puede generar el ojo de gallo debido a un mala alineación de los huesos de los dedos de los pies.

Síntomas

  • Dolor agudo
  • Inflamación de la zona afectada
  • Molestias recurrentes
  • El ojo de gallo tiene un color oscuro
  • Suele tener una forma redonda
  • Los ojos de gallo se ubican entre los dedos
  • Los ojos de gallo se suelen producir con mas frecuencia entre el cuarto y quinto dedo
  • Son muy parecidos a un callo
  • En ocasiones se puede llegar a producir una ulcera

Tratamiento de ojo de gallo

Para quitar el ojo de gallo se hace mediante una pequeña cirugía. En la que se evita el roce de los huesos de los dedos de los pies que es el origen del ojo de gallo y el dolor que provoca.

Otro tratamiento posible es la exfoliación del ojo de gallo por parte de un podólogo. La cura se realiza mediante un bisturí eliminando la acumulación de queratosis. Se recomienda realizar exfoliación con un frecuencia mínima de 2 meses si no quieres volver a sufrir el dolor.

En tercer lugar también se pueden utilizar apósitos especiales para evitar la fricción entre los huesos y aliviar el dolor. El apósito o prótesis de siliocona hace efecto de almohadilla entre los dedos para reducir la presión ejercida sobre el ojo de gallo.

También hay la opción de realizar un tratamiento casero con vinagre de manzana o bicarbonato sódico aunque no es la más recomendable.

De todas maneras si el paciente quiere acabar con el problema de una manera definitiva se tiene que someter a la cirugía ya que los otros tratamientos son curas provisionales.

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Si sufres molestias y dolor entre los dedos de los pies no dudes en pedir cita con uno de nuestros podólogos expertos en el tratamiento de ojo de gallo en casa.

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